Agenda 2030, sostenibilidad, medio ambiente, igualdad… son “voces” que, en este último año, habrás escuchado insistentemente en los medios de comunicación.
Todo esto, en lo que concierne a las empresas, se traduce en una sola idea:
RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL (RSE)
¿Te suena?
Si no es así, es posible que ahora mismo te estés planteando algunas cuestiones tales como qué es ser una empresa socialmente responsable; lo es mi empresa y no lo sé; no lo es y quiero que lo sea; es rentable para mi empresa ser socialmente responsable…
No te preocupes, cuando acabes de leer este artículo, intentaré que aquellas hayan quedado resueltas. Sabrás qué tienes que hacer, si es que tienes que hacer algo, y si es que quieres hacerlo.
Porque tenemos que partir de una primera premisa —ya te advierto que habrá una segunda, una tercera…—:
La RSE es un concepto esencialmente moral. Nadie te obliga a ello, es una opción, te obligas tú como empresa.
Ponte cómodo, empezamos.
¿Qué es la Responsabilidad Social Empresarial?
La RSE es algo que va mucho más allá, como alguna persona erróneamente cree, de fabricar productos con materiales reciclables o financiar la construcción de un pozo de agua en una aldea de Somalia.
No me malinterpretes, te explico…
Si la persona que una empresa contrata para fabricar, por ejemplo, una camiseta de algodón orgánico, trabaja en unas condiciones laborales abusivas y precarias, esta empresa parece, pero no es, socialmente responsable.
Segunda premisa:
No es lo mismo el espejo que su reflejo, no es lo mismo ser que parecer socialmente responsable.
La RSE jamás debe ser utilizada como “un lavado de cara”.
La RSE es la contribución activa y voluntaria al desarrollo social, económico y medioambiental de su entorno, por parte de una empresa a través de los siguientes mecanismos:
- Estricto cumplimiento normativo.
- Respeto a los Derechos Humanos.
- Políticas de igualdad y diversidad.
- Políticas de conciliación familiar.
- Políticas de integración de personas en riesgo de exclusión.
- Respeto al medio ambiente.
- Políticas de transparencia y buen gobierno.
- Acciones de mecenazgo y filantropía.
- Innovación social y tecnológica.
¿La Responsabilidad Social Empresarial es aplicable a la pyme o sólo a las grandes empresas?
Una parte importante de la sociedad asocia el concepto de RSE solo con las grandes empresas, considerando a la pyme como una entidad con resistencia y dificultades para adaptarse a los cambios.
Y esto no es así. Sí es verdad que hay acciones concretas de RSE que únicamente están al alcance de compañías con cierto “músculo”, pero hay otras en las que la condición de ser una pyme lejos de ser un inconveniente es, por el contrario, una ventaja.
Tercera premisa:
Dos son los obstáculos para que la pyme aplique una política de RSE: el dinero y el desconocimiento. No obligatoriamente por ese orden, y no necesariamente ambos.
Inclusive, se podría decir que la pyme está mejor dotada para sostener la RSE que las grandes empresas porque, precisamente por su tamaño, está más cerca de sus grupos de interés.
¿Es rentable para una empresa ser socialmente responsable?
Rotundamente, sí.
Una empresa que es capaz de garantizar los entornos no solo económicos, sino también sociales y medioambientales, está, simultáneamente, garantizando su capacidad de sostenerse en el tiempo.
Una empresa que tiene contentos a sus trabajadores va a hacer que estos sean más productivos.
Una empresa reconocida por sus grupos de interés como éticamente responsable va a hacer más accesible su mercado.
Cuarta premisa:
Si una empresa es ética, a la larga, va a ser más competitiva y a ganar más dinero.
Cada vez el consumidor se fija más en si ese producto o servicio se ha fabricado o se está prestando conforme a unas normas socialmente responsables.
Cada vez hay más concursos y subvenciones de carácter público en los que se valora de forma muy positiva que la empresa se preocupe por las cuestiones ambientales, sociales y de buen gobierno, yendo más allá de lo que le exige la normativa legal.
De ahí la necesidad de que las empresas apuesten por una política de RSE de forma consciente, llevando a cabo la redacción de un Plan de Responsabilidad Social Empresarial, donde recojan y definan voluntariamente, de una manera ya formal, lo que llevan haciendo toda la vida sin asignarle una denominación, o lo que hayan decidido hacer a partir de ese momento.
¿Qué va a suponer a medio plazo que cada vez más empresas sean socialmente responsables?
Fundamentalmente, un cambio en el modelo de negocio.
Todo modelo de negocio va a ser bueno, siempre y cuando se gestione a través de unos principios éticos.
El paradigma de “mi objetivo como empresa es ganar dinero” se va a cambiar por el de “ganar dinero no es el objetivo de la empresa, ganar dinero es una consecuencia de las cosas que hace bien la empresa”.
Hay que destacar que, aunque en España ya existe un verdadero interés en todo esto por una parte importante del sector, son también muchas las empresas que aún no se han subido a este tren.
Lo que lleva a la quinta y última premisa:
Dar ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás, es la única manera.
Patricia.
